¡MI HIJO TIENE PIE PLANO!
Entiendo que te preocupa ver que tu bebé tiene los pies planos, pero quiero explicarte que esto es completamente normal durante los primeros años de vida. En los bebés, es habitual que los pies se vean planos debido a la acumulación de grasa en la planta del pie, lo que da la apariencia de que no hay arco. Esta condición, conocida como pie plano infantil, generalmente no es algo de lo que debamos preocuparnos hasta que el niño crezca un poco más.
¿Por qué el pie plano es normal en los bebés?
En los primeros años de vida, los huesos, ligamentos y tendones de los pies de tu bebé aún están en desarrollo. Al principio, los pies tienen una capa de grasa en la planta que contribuye a que no se vea el arco. Esto es completamente natural y se va a ir resolviendo con el tiempo, a medida que el niño empieza a caminar y a desarrollar fuerza en sus pies.
El arco del pie generalmente comienza a formarse de forma más visible entre los 2 y 3 años. Hasta entonces, es posible que tus bebé muestre los pies planos, pero no significa que haya un problema. A medida que crezca y aumente su actividad, el arco empezará a aparecer de manera más definida.
Las formas normales de las piernas a medida que crecen
Además de los pies planos, es importante entender cómo cambian las piernas de los bebés y niños pequeños. Aquí te explico cómo es el desarrollo normal:
- De 0 a 18 meses: Cuando los bebés nacen, sus piernas suelen estar en una posición ligeramente curva, con las rodillas hacia afuera (esto se llama valgo fisiológico). También puede haber algo de flexión en las piernas, como si estuvieran en forma de “C”. Esto es normal, ya que el bebé pasa mucho tiempo en el útero con las piernas flexionadas.
- De 18 meses a 3 años: A medida que el bebé comienza a caminar, las piernas empiezan a estirarse y alinearse. A esta edad, muchas veces se puede ver un pequeño valgo genuino, es decir, las rodillas pueden estar un poco hacia adentro cuando el niño está de pie o caminando. También es normal ver que las piernas se siguen desarrollando, y el arco del pie puede ser más evidente a medida que el niño crece.
- De 3 a 4 años: A esta edad, las piernas de los niños ya deberían estar bastante alineadas, y el arco del pie debería empezar a definirse si es un niño con desarrollo normal.
¿Cuándo debería preocuparte?
Aunque la mayoría de los niños tienen los pies planos durante los primeros años de vida sin que sea motivo de preocupación, hay algunos signos que podrían indicar un problema que sí requeriría evaluación más detallada. Estos son los casos en los que deberías estar alerta:
- Dolor o molestias: Si tu bebé o niño pequeño se queja de dolor al caminar o al estar de pie durante actividades normales, esto podría ser un signo de que hay un problema que debe evaluarse.
- No mejora con el tiempo: Si el arco del pie no se empieza a formar a medida que el niño crece (generalmente después de los 3 años), o si el pie sigue viendo plano después de los 4 años, es recomendable consultar con un especialista.
- Otros signos de deformidades en las piernas o pies: Si ves que las piernas de tu bebé o niño presentan una curvatura excesiva hacia adentro o hacia afuera, o si los pies parecen torcidos (por ejemplo, si camina de manera inusual o tiene problemas para equilibrarse), es importante revisar su desarrollo con un pediatra.
- Caminar con los pies hacia adentro o hacia afuera excesivamente: Si el niño tiene una marcha que claramente parece anormal, como caminar sobre los bordes internos o externos de los pies constantemente, podría ser un signo de algo más que requeriría evaluación.
¿Qué puedes hacer para ayudar?
- Zapatos adecuados: No es necesario que los bebés usen zapatos con arco o plantillas especiales a menos que haya un problema identificado. Un buen par de zapatos con soporte adecuado es suficiente para que tu bebé camine de forma segura y cómoda.
- Deja que caminen descalzos: Caminar descalzo (en un entorno seguro) ayuda a fortalecer los músculos y ligamentos de los pies y a mejorar el desarrollo del arco.
- Observa el desarrollo: Si tienes alguna preocupación sobre la marcha o el desarrollo de las piernas o los pies de tu bebé, no dudes en consultarlo con su pediatra. A medida que el niño crezca, las evaluaciones periódicas permitirán asegurarse de que todo esté en orden.
