No te preocupes, lo que estás viendo es completamente normal y no indica ningún problema de salud. Es posible que hayas notado unas pequeñas lesiones o manchas blanquecinas en el pene de tu hijo, especialmente al limpiar la zona genital. Estas lesiones no son motivo de alarma y se conocen como esmegma.
¿Qué es el esmegma?
El esmegma es una sustancia natural que se forma entre el prepucio (la parte delgada de piel que cubre la punta del pene) y el pene. Esta sustancia blanquecina está compuesta por células muertas de la piel, aceites naturales y secreciones que se producen en esa área. Es completamente normal y frecuente en niños que no han sido circuncidados.
¿Es peligroso?
No, no es pus ni infección. El esmegma no causa dolor, picazón ni molestias. Tampoco es un signo de que algo esté mal. De hecho, su función es ayudar en el proceso de despegue y descenso del prepucio a medida que el niño crece. Esta sustancia crea un espacio entre el pene y el prepucio, facilitando el movimiento de la piel y la separación gradual.
¿Debo preocuparme o hacer algo al respecto?
No es necesario hacer nada en particular. Solo asegúrate de continuar con la limpieza adecuada de los genitales de tu hijo, lavando suavemente la zona con agua tibia durante el baño. Si tu hijo es muy pequeño, evita forzar el despegue del prepucio. Es importante permitir que el cuerpo haga este proceso de manera natural y gradual.
¿Cuándo debo consultar al pediatra?
Si observas que las lesiones se acompañan de enrojecimiento, hinchazón, dolor o secreción con mal olor, o si tienes alguna otra preocupación, no dudes en consultar a tu pediatra para asegurarte de que todo esté bien.
Recuerda que el esmegma es una parte normal del desarrollo infantil y no es motivo de alarma. ¡Sigue cuidando a tu pequeño con tranquilidad!